Asistentes: María, Marimar, Nerea, Sonia, Iker, Nesss
En El Caserío nos juntamos todos a la hora. Los que llegan en segunda hornada se sorprenden del tamaño pequeño de los kalimotxos, que era lo pedido por los de la primera hornada tras negociarlo duramente con el camarero. Antes de salir, Edu sorprende a todos y declina ir a la sidra por motivos de salud. Se le insistió, pero no pudo continuar y se regresó a Donosti. Le deseamos un pronto y completo restablecimiento.
Por ello, por primera vez nos fuimos más chicas que chicos de sidrería (Nere está a punto de sacarse algo para celebrarlo). Iker y Nesss a gusto por ello. Por primera vez cogimos el (mini)urbano de Hernani para ir de sidrería (1,50 euros por persona y viaje). Por primera vez, vamos a Goiko-Lastola, una de las dos sidrerías de Hernani que le faltaba por conocer a Nesss. Nos sorprendió la poca gente que cogió el urbano a las 20:30. Irían en el siguiente? Subimos la media de edad y fuimos los que llegaron hasta el final del recorrido. Despistó cómo dio la vuelta el urbano antes de dejarnos a la puerta de la recoleta y recogida sidrería. En el trayecto nos hizo gracia el servicio de megafonía del copiloto avisando de las sidrerías junto a las que pasamos (hasta que quedamos sólo nosotros y les dijimos que siguieran hasta el final).
Todas las kupelas que tenían sidra estaban abiertas (unas 6 de madera y 2 metálicas). A alguna sidra se le notaba que le faltaba un poco por hacerse. Es normal a estas alturas de temporada. Iker maravilla con el juego de cintura pasando por debajo de los chorros que salían a la altura de las rodillas. María hace de amatxo colocando las txamarras en el colgador (subiéndose a la banqueta que acabamos metiendo debajo de la mesa para que no molestase). Marimar hace gala de buen humor y arrasa contando el chiste de vizcaínos que dice "van dos navarros y..." (no hizo falta seguir con el chiste). A Sonia le encanta el cuerpo y la minifalda de la chica que más se levantaba en la mesa de cuatro, pero no era la más recia del lugar. Nesss se despista con las medias de leopardo de la mesa de al lado. El cocinero flipa con la txuleta fina que quema y aun así las amigas de la carne carbonizada le piden que la queme más, que hay un punto rojo dentro del carbón. Estando la carne tan rica, cómo pueden pedirla tan quemada? Nesss toca la armónica con la primera y su hueso. Pedimos una txuleta pequeña para que fuera la tercera, pero el término pequeño no lo aplicaron correctamente y en esa txuleta echamos de menos a Edu. Qué desparrame de postres!!! Qué cantidad de ellos!!! La comida, en general, un tanto salada, pero rica. La sidra no era maravillosa, pero la bebimos a gusto (para quitar el gusto salado, claro está).
En total nos metimos una de chorizo a la sidra, tortilla de bacalao con pimientitos rojos y verdes, 9 trozos de bacalao con pimientos verdes, 3 txuletas ko-jo-nu-das (1 de ellas reconvertida en zapatilla), queso rotundo del resquebrajado, membrillo, nueces, avellanas, tejas y cigarrillos de Tolosa. Todo ello por 168,30 euros en total más los 18 euros del bus urbano ida y vuelta.
Al pagar, Nesss les recalca a los casheros las excelencias de su comida y sobre todo el trato soberbio que dispensan. La dueña le dice que eso es lo suyo. Habrá que volver. Vendrá Edu esta vez? La vuelta la hacemos a todo lujo en el urbano de las 23:25: solos con el chófer y el copi. Apurará la gente para pillar el de las 23:50? Pique entre Marimar y Nerea a cuenta de Lasarte-Oria o Lasarte-Escoria. Nos dejan en Zinko Enea y la cuesta hasta el Kixkal sirve para abrir la sed. En el Kixkal se nota que la jefa al cargo esa noche es vizcaína: resumen del partido del Athletic en la pantalla gigante y al final la canción de MariJaia (ganó el Athletic 3-2 al Málaga tras remontada). El Kixkal, a tope de peña. Tras el trago ahí, fuimos de vuelta al Caserío en donde tomamos 2 tragos más y los kalimotxos ya no tenían el tamaño de la tarde (no hubo quejas al respecto). El Caserío, más tranquilo. Hacia las 2:00 todos menos el hernaniarra (que ya estaba cimbreante, según sus propias palabras) fueron a por el bus para Donostia.
En el autobus a Donostia hubo ambientillo. Nerea reconocio a un amigo que había publicado su experiencia en nuestra sidrería. El joven, que en realidad es asturiano pero parece más casero que ninguno, empezó a recopilar actas porque las de la sagardo bira se estaban quedando obsoletas (eso es tirar la piedra y lo demás son txorradas), aunque según él, aún son una referencia fiable. Total, que conocieron quien era el del blog del txotxing (que no tiene nada que ver con chochear!!) que tenía una crónica clavada de Goiko Lastola (también cantaba las excelencias de las txuletas y la generosidad y abundancia de los postres), y él supo que los de la sagardo bira eramos nosotros. Todo queda en casa.
Ya en Donosti, Nere y los antiguotarras se las najan y Marimar y Sonia aún dan guerra por la ciudad acabando en el Kaledonian hasta las 5:00. Qué campeonas!!